Últimamente, venimos hablando de la felicidad porque, al menos en mi opinión, hay pocos temas que sean tan, tan importantes.
La felicidad, como decíamos en el artículo anterior, es el sueño de los sueños; el santo Grial que da sentido a nuestro paso por la vida.
Así de entrada, decir que tu felicidad es lo que más te importa del mundo pueda parecer banal y egoísta. Pero cuando lo miras en profundidad te das cuenta de que es algo absolutamente vital, no solo para uno mismo, sino también para toda nuestra especie.
Dice el refrán que la bondad no nos hace felices tanto como la felicidad nos hace buenos. Y es verdad; cuando te siente bien contigo misma y eres capaz de apreciar y disfrutar lo que está presente en tu vida, te sientes mucho más dispuesta a ser abierta, amigable y generosa con los demás. Te cuesta mucho menos sacar lo mejor de ti.
Sin embargo, siéntete injustamente tratada o privada de lo que necesitas y verás como el miedo, y su hija predilecta, la hostilidad, crecen en ti como un fuego devastador.
Que seas feliz no solo es una idea muy grata que te hace sonreír y que únicamente te afecta a ti y a los que viven contigo. Es, además de un privilegio personal, una de tus mayores responsabilidades para con esta humanidad tan desquiciadita.
EL CAMBIO COMIENZA EN TI
Igual te parece una exageración si te digo que está en tus manos cambiar el mundo, pero ¡no!, no lo es.
No me refiero a emprender una cruzada mundial en la que tienes que adoctrinar y salvar a todos y cada uno de tus semejantes. Es algo mucho más sutil, y modesto, pero también mucho más satisfactorio.
Siendo tú feliz vas a ser una hermosa influencia y una inspiración en la vida de los que te rodean. Tu serenidad, tu fuerza ante las dificultades y tu generosidad, no solo son una gozada para ti. Se expanden como una onda en el agua que alcanzará primero a tu entorno más inmediato; y al contagiarles a ellos, ellos contagiarán a otros, y esos otros a otros más…
Es una onda expansiva de la que solo alcanzarás a ver alguno de sus efectos más cercanos, pero no te hará falta ver más.
LA MAGIA DE LA BONDAD
Nuestra amiga Sonja Lyobomirsky, de quien te hablé recientemente, descubrió algo fascinante cuando investigaba sobre las consecuencias de la bondad y la amabilidad entre las personas.
Como era de esperar, encontró que estos actos tienen un efecto muy beneficioso en la persona que los recibe, ¡claro!
Tampoco fue una sorpresa confirmar que le sientan bien a quien los realiza. Lo que dejó descolocado a todo el mundo fue comprobar que también afectan de una forma muy profunda a las personas que los presencian, aunque no tengan absolutamente nada que ver con el asunto.
Pero tiene mucho sentido.
Una vez, viajaba en tren por Inglaterra de vuelta a casa. Frente a mí se sentaron una joven madre con su niñito de unos cuatro años. El viaje era largo, mucho más de lo que un crío tan pequeño es capaz de disfrutar. Pero aquella muchacha, que desprendía un delicioso aroma a satisfacción y serenidad, se las arregló para mantenerse tranquila, presente, dulce y disponible aún en los ratos en los que el chiquitín hacía amago de perder la paciencia.
No podía dejar de mirarlos.
Creo que no había visto nunca una manera tan respetuosa y tan auténtica de tratar a una personita, pequeña, pero persona, a fin de cuentas.
Cuando bajamos en el aeropuerto no pude evitarlo: me acerqué y le dije, para su sorpresa, que haber viajado con ellos había sido una auténtica inspiración para mí. Que si todos los niños fuesen tratados como ella trataba al suyo, el mundo sería un lugar totalmente distinto.
Y a pesar de que han pasado un buen montón años desde aquello, aquel hermoso espectáculo todavía resuena en mi corazón haciendo brillar mis ojos siempre que lo recuerdo…
EL TENEBROSO PRECIO DE NO SER FELIZ
Dale la vuelta a esta historia y no te costará entender por qué hay tanta violencia entre nosotros… Si aquella mujer del tren hubiese vivido estresada e insatisfecha, el viaje habría sido muy diferente para ellos… y para todos los viajeros del vagón!!!
Y es que, cuando nos falta ese elixir mágico que activa nuestra mejor versión, ocupan su lugar emociones muy oscuras. Comenzamos a sentirnos amenazados, a compararnos con los demás, y a envidiar lo que nos parece que ellos tienen y nosotros no. Esta forma de sentir hace dolorosas heridas en nuestro corazón que nos quitan la vitalidad y la alegría de vivir. Ante el dolor actuamos como animales heridos que en el intento de protegerse de un mundo hostil que les niega lo que necesitan lanzan dentelladas incluso a los que les quieren. En ese estado solo somos capaces de ver lo que nos falta sin poder darnos cuenta ni disfrutar de las enormes bendiciones que llenan nuestra existencia.
Y por eso es vital convertirte en tu mejor aliado y cuidar de ti antes de pretender que otros lo hagan.
TRES INGREDIENTES PARA QUE FLOREZCA TU JARDÍN
Recuerdas que había una parte enorme de nuestro bienestar que depende exclusivamente de nosotros???
Siguiendo esa esperanzadora idea de Sonja de que un 40% de nuestra felicidad está en nuestras manos, la pregunta es, entonces: ¿qué podemos hacer para descubrir y cultivar nuestro jardín interior???
Esa incógnita, que existe desde que el mundo es mundo tiene una respuesta diferente para cada persona. Pero, para darle una respuesta cuyos resultados sean firmes y duraderos necesitas, según dicen los que saben, ejercitar tres habilidades fundamentales.
Esperanza.
Voluntad.
Y Método.
ESPERANZA
Se trata, simple y llanamente, de que tú misma te lo creas. Que algo en tu interior te diga que tiene que ser posible encontrar lo que necesitas, sí, o sí. Que tengas la absoluta certeza de que tu futuro será mejor que tu presente, porque estás dispuesta a hacer todo lo que esté en tu mano para conseguirlo.
Porque sin esa convicción profunda, no solo no vas a tener suficientes ganas de hacer el trabajo que requerirá. Tampoco vas a reconocer las oportunidades que se te presenten, aunque las tengas delante de las narices.
VOLUNTAD
La segunda de estas premisas pasa inevitablemente por el cultivo de Los Fundamentales de los que tan a menudo te hablo.
Y es que, si no comes, no duermes o no respiras bien; si no te mueves lo suficiente, o si tu mente va de un lado para otro como un caballo desbocado, va a ser muy difícil que tengas la energía para ver la vida con optimismo y hacer lo que tienes que hacer. Vas a necesitar tener muy claro qué quieres, apostar fuerte por ello y perseverar en tu decisión a pesar de los contratiempos.
Tener un nivel energético óptimo no es fácil para la mayoría de nosotros. Pero es absolutamente imprescindible para levantarte cada mañana con ganas de embarcarte en la aventura (a veces muy trabajosa) que supone vivir.
MÉTODO
Encontrar una manera viable y a tu medida de practicar lo que necesitas es el tercer componente en la búsqueda de la felicidad. Es tener un buen plan de acción -o toda una batería de ellos de ser necesario-
Sin una estrategia clara a seguir, nuestras mejores intenciones se quedan a merced de nuestro humor y del dictado de las circunstancias. Cuando tu motivación esté alta todo irá de maravilla, pero cuando decaiga…
Cuando tienes una línea de acción clara es infinitamente más fácil ser constante y eficaz, y recordar en los malos momentos qué es lo que de verdad quieres.
ENCONTRAR ALIADOS
Las dos primeras condiciones dependen mayormente de ti: si tú no lo ves, va a ser difícil que nadie te pueda convencer de lo contrario. Y si no cuidas de tu salud y de tus necesidades más básicas, será difícil que tengas el empuje necesario para ejercitarte en este arte.
Pero puedes obtener mucho apoyo en lo que al método se refiere. Un buen método que te proporcione el conocimiento que necesitas y te acompañe en los buenos y en los malos momentos es, al menos para mí, de un valor increíble.
Ese es, precisamente, el propósito de las actividades que te ofrecemos en Xendan.
Nuestro objetivo es aportarte la información que necesitas y un método claro para que cultives tu energía vital, calmes tu corazón y tu cabecita, y tengas herramientas para desenvolverte en el día a día.
Por eso desde hace catorce años venimos ofreciéndote, además de las consultas de Masaje, sesiones individuales y grupales de Yoga, y Autoconocimiento basado en Mindfulness (el Método Hakomi).
Y aunque cada una de las actividades que realizamos tiene un enfoque diferente, todas resuenan en la totalidad del ser humano, y se basan en una meta común: ayudarte a sentirte bien para que vivas mejor.
LA ESENCIA EN DOS PINCELADAS
Muchas personas me preguntan qué actividad creo que les conviene más. Pero estoy convencida de que en nuestro interior “sabemos” lo que necesitamos, aunque no nos demos cuenta de ello, así que les resumo muy brevemente la esencia del trabajo que realizamos:
El Yoga trabaja desde la Conciencia, el movimiento y la respiración para llegar con más facilidad al cuerpo y la energía.
El Mindfulness utiliza esa misma Conciencia, la Atención Plena y la Meditación, para comprender y transformar la mente y las emociones.
El apoyo del grupo te aporta la estructura necesaria para mantener la constancia y te arropa con el calor de personas afines que comparten su camino con el tuyo.
Si lo que te cuento te inspira, puedes acercarte a preguntar sin compromiso cómo es lo que hacemos en Xendan.
Puedes llamarnos al teléfono fijo 948 452 178, que siempre está atendido, o mandarme un wasap al 628 083 344 (pero no me llames aquí sin quedar previamente conmigo porque tienes muchas posibilidades de no pillarme.
MÁS FUERTE QUE LAS CIRCUNSTANCIAS
Son tiempos intensos, de eso no cabe duda.
Hay en el aire mucha incertidumbre y mucho miedo. Y cada vez son más las personas que se dan cuenta de que necesitan aprender a gestionar de otra manera su mundo interno y su forma de funcionar, porque las circunstancias externas siempre van a escapar a su control.
Cada vez más hombres y mujeres, como tú y como yo, comprenden que su sufrimiento no tiene tanto que ver con lo que ocurre fuera, sino con cómo viven lo que les pasa.
Buscamos, por tanto, una forma diferente de vernos a nosotros mimos y al mundo, para cultivar la certeza incuestionable de que sabremos lo que tenemos que hacer y que lo haremos lo mejor posible.
Es una tarea que compartimos: desarrollar el vigor suficiente para hacer frente a lo que venga, y ser capaces de utilizarlo para crecer como personas pase lo que pase.
Los momentos excepcionales requieren determinación y lucidez extraordinarias. Y juntos avanzamos mejor.
Es tiempo de tomar las riendas de nuestra felicidad y nuestra vida.
¿Aceptarás el desafío??