Posiblemente, a estas alturas ya tienes claro que las cosas que están presentes en tu vida no están ahí porque sí, y que no aparecen de la nada. Que la salud, la alegría y la tranquilidad no son tanto un premio de la lotería como la consecuencia de un conjunto de hábitos y actitudes en los que tú juegas un papel decisivo.
En los últimos bastantes años se ha popularizado la idea de que nuestra psicología activa o desactiva nuestra energía y nuestras ganas de vivir y hacer cosas. Y aunque sin duda hay mucho de verdad en ello, según dicen los investigadores del comportamiento, de forma primaria esto es más bien al revés: las emociones siguen a la conducta y son un producto de esta. O lo que es lo mismo: lo físico condiciona por completo lo psicológico.
Y si lo miras un poco tiene sentido.
Es difícil trabajar con ganas, por mucho que quieras, si has dormido poco o mal. Te cuesta pensar con claridad si tienes un hambre de lobo, has comido cosas que sabes que no te sientan bien, o te quedas apalancada como una patata en el sofá.
Es fácil sentir ansiedad si tu respiración es caótica y rápida.
Y es imposible ver la vida con optimismo si siempre te fijas en lo que está mal, o tu mente se enreda en historias que no te hacen ningún favor.
Esto sugiere que hay unos cuantos fundamentales que sustentan tu bienestar; que aportan salud y vitalidad a tu cuerpo, tu mente y tus emociones. Son las cosas que nos mantienen. Saltárselas es comprar boletos para el desastre tirando piedras a tu propio tejado.
LO QUE SUSTENTA LA VIDA
Estos fundamentales podríamos dividirlos en dos grupos: los de pura supervivencia física y los de bienestar y desarrollo emocional.
Sin los primeros te mueres; sin los segundos no merece la pena vivir.
Ya te imaginarás que comer, dormir y respirar en condiciones son la base de todo. Los elementos imprescindibles que te aportan el combustible para generar energía.
Y moverte te ayuda a activar y distribuir esa energía para que anime todos los rincones de tu cuerpo.
Pero hay otros tantos que, aunque son esenciales, no resultan tan evidentes.
Aquí van unas pocas pinceladas de cada uno de ellos.
Algunas de las ideas que te presento te parecerán de cajón, otras tal vez te sorprendan, pero verás que todas juegan un papel crucial en tu vida.
LA SUPERVIVENCIA DE TU CUERPO
Aunque solemos pensar que nuestra necesidad más importante es comer, desde luego que no es la más urgente. Sin comer se puede estar hasta dos meses (hay quien dice que más).
Estar sin beber es otra cosa; con tres o cuatro días ya tienes muy serios problemas.
Al parecer sin dormir se puede pasar más de dos semanas, aunque las consecuencias para la salud empiezan mucho antes.
Pero muy pocos de nosotros podemos estar sin respirar más allá de un par de minutos.
Así que seguiremos este orden de prioridad.
RESPIRAR
Respiración es igual a vida; sin ella se acabó el cuento.
Del preciado oxígeno que entra en cada inspiración depende el buen funcionamiento de todos los órganos y sistemas.
La forma en la que respiras condiciona totalmente la manera en la que vives, pero no solo eso; además también da forma a aquello que experimentas.
La profundidad y la fluidez de tu respiración va a ser uno de los criterios fundamentales que determinen cómo vives tu vida.
BEBER Y COMER
Seguro que sabes que a tu coche no le da igual que le eches cualquier cosa en el depósito, ¿verdad?
Pues a tu cuerpo le pasa lo mismo.
Sobre alimentación se ha dicho a estas alturas de todo (y más).
Personalmente, no creo que ningún alimento sea bueno para todo el mundo durante todo el rato; nuestros organismos, nuestras condiciones externas y nuestras necesidades puntuales son diferentes, y eso requiere una observación y una investigación personal muy atenta. Pero al margen de eso, la realidad es que solemos beber y comer más por placer que pensando en alimentarnos, y que muchas de las cosas que se venden como alimentos, aunque puedan comerse, no son comida en realidad. Aquí se incluye todo lo que está muy procesado industrialmente y todo lo que lleve ingredientes con nombres imposibles.
A la hora de elegir tus alimentos, ten en cuenta esto: si tus abuelos no lo conocían, tienes muchas razones para desconfiar de ello.
DORMIR
Dormir es una de nuestras principales fuentes de salud y vitalidad, ya que el cuerpo y la mente se regeneran durante las horas del sueño.
Sin una buena noche de descanso es muy difícil estar bien y rendir en condiciones a la mañana siguiente.
Un buen día comienza siempre la tarde anterior, con la preparación de tu cuerpo para un descanso óptimo.
Dormimos una media de dos horas menos que cuando no había electricidad en las casas. Eso, unido al estrés y al abuso de tecnología en las horas previas a ir a la cama, ha empobrecido el sueño de forma alarmante. Como consecuencia de ello, el sistema nervioso se acelera y la calidad de vida cae en picado.
MOVERSE
La actividad física es uno de los motores de la vida.
Todo en la naturaleza se mueve, pero el ser humano se ha ido volviendo cada vez más sedentario. Sin embargo, la actividad física es una de nuestras mayores medicinas. Hay autores que afirman que hacer ejercicio es como tomar una dosis de cafeína y una dosis de Prozac todo en uno. Y es que el ejercicio actúa como un activador de la energía y a la vez como un potente relajante.
Es la razón por la que se recomienda tanto para preservar y mejorar la salud (respiración, circulación, digestión, aparato locomotor, control del peso…) como para salir de agujeros como la ansiedad y la depresión.
No es casualidad que una característica común en los ancianos saludables de cualquier parte del planeta sea que ¡se mueven!!!
LO QUE NO SE VE
En este capítulo van algunas de esas cosas que marcan la diferencia en cómo vives la vida.
Así como los cuatro elementos anteriores son indiscutibles, con estos puedes estar más o menos de acuerdo, pero te sugiero encarecidamente que no te los tomes a la ligera.
ENFOCAR LA MENTE
No sé si te habías planteado que tu felicidad pueda depender de que sepas llevar las riendas de tu mente. Enfocar la mente es elegir dónde pones tu atención y mantenerla allí el tiempo que tú quieras.
Según explica la neurocientífica Nazareth Castellanos, el cerebro tiene sus hábitos y su actividad espontánea; su vida propia. Y cuando está sin educar, va a tender a llevarnos siempre a ese modo en piloto automático por defecto.
Sin un entrenamiento consciente de la atención, pasamos la friolera de un 47% del tiempo idos en nuestros mundos de yupy particulares!!!
La mala noticia es que cuanto más vivimos en ese piloto automático, mayor nivel de insatisfacción experimentamos. Esas fueron las conclusiones que investigadores de Harvard publicaron en un famoso artículo al que titularon: “Una mente divagante es una mente infeliz
AGRADECER
Directamente derivada de esa capacidad de enfocar nuestra atención allí donde elegimos, surge el darnos cuenta de todo lo bueno que está presente en nuestra vida.
Sobre el poder del agradecimiento te hablaba en un artículo de hace tiempo
Igual piensas que no es para tanto; que el agradecimiento no es un requisito imprescindible para vivir. Pero si echas un vistazo ahí fuera, verás que las personas que aprecian y expresan las bendiciones de su vida parecen disfrutar infinitamente más de las pequeñas (y de las grandes!) cosas, que los que no lo hacen.
Lo que percibimos del mundo está completamente condicionado por nuestros valores y creencias. Vemos aquello que esperamos ver, y eso moldea decisivamente nuestra experiencia.
Ponte a mirar lo mal que está todo y tu ánimo acabará por los suelos.
Cuenta tus bendiciones y te sentirás la persona con más suerte del mundo.
PROSPERAR
Según el diccionario de la RAE, Prosperar significa “Mejorar económicamente. Cobrar fuerza, imponerse, o triunfar”. Pero en su origen latino es mucho más que eso; expresa la idea de avanzar hacia adelante con determinación y esperanza.
Y es que sin la sensación de que estamos caminando hacia un lugar mejor, la vida y sus desafíos se hacen duros y sin sentido.
Este es el origen de esa necesidad imperiosa de movernos hacia la plena expresión de nuestro potencial que sentimos la mayoría de nosotros.
Ese viaje no es fácil, sin duda, porque implica salir del ambiente familiar y seguro de nuestra zona de confort (que a veces ni siquiera es demasiado confortable), y atravesar la densa niebla de nuestros miedos. Y desde luego que hace falta mucha motivación para pringarte en el intenso trabajo que eso implica. Pero esa determinación brotará de la esperanza en que no vas a quedarte estancada en tus limitaciones para siempre y en que podrás alcanzar aquello que anhelas, porque estás dispuesta a hacer todo lo que esté en tu mano para conseguirlo.
CONECTAR CON ALGO MÁS GRANDE QUE TÚ
Aunque aquí cada uno somos de una madre y vemos las cosas de forma muy distinta, algo en lo que coincidimos la mayoría de las personitas de a pie, sin importar la cultura de la que procedamos, y los expertos, es que todo es más satisfactorio en relación. Sin la conexión con otro alguien, con un clan (del tipo que sea), sin un referente donde te sientas apoyado y comprendido, es muy difícil tener una razón para vivir y disfrutar realmente de esa vida.
A casi todos, las cosas nos saben mejor cuando las compartimos con otro alguien.
Pero, además, muchos de nosotros nos sentimos más en paz, viviendo en la certeza de que por debajo del aparente caos y la fugacidad de la vida, hay una Matriz que sustenta y da sentido a este lío. Para mí, es La Fuente de donde surgen todas las cosas y a la que pertenecen tanto mientras son visibles como tras su inevitable disolución.
Es cierto que cada cual lo entiende, lo nombra y lo explica a su manera, pero al final todos hablamos de lo mismo.
Según lo cuenta la Dra. Brené Brown, investigadora de la universidad de Houston, estamos inevitablemente conectados unos a otros a través de algo más grande que nosotros mismos.
Y ese Algo, sea lo que sea, está basado en el Amor y la Pertenencia.
Estas dos cualidades aportan sentido a nuestras vidas y nos hacen más felices. Y merece la pena recordar que cuanto más felices somos, mejor nos portamos con los demás!!!
Así que, aunque lamentablemente a veces parezca lo contrario, nuestra humanidad compartida nos une. Negar esto es como evitar sentir, o rechazar una parte de tu propio cuerpo; puedes no saber que existe; puedes no querer mirarla, pero está ahí.
EL MEJOR NEGOCIO DEL MUNDO
Es verdad que si pones una tras otra todas las cosas que necesitas cambiar en tus hábitos o en tu persona, puede entrarte una especie de vértigo que te deja el estómago pesado y la cabeza hueca. Ves una montaña inmensa que requerirá una odisea de privaciones para conquistarla.
Adiós a tantas cosas que asocias con el placer, para zambullirte a cambio en un océano de trabajo, trabajo, y más trabajo.
Visto así, el plan no resulta demasiado seductor, claro! Pero es que esto, es en mi opinión un severo error de encuadre. Porque cuidar de ti a través de cuidar los fundamentales de los que te hablo, no solo no es una pesada carga, sino que representa un enorme favor que te haces a ti misma para aumentar tu bienestar y tu salud.
Es superar la esclavitud de la gratificación inmediata para poner tu energía y tu enfoque en cosas que sabes que te van a sentar mejor, y que a toro pasado te vas a alegrar mucho de haberlas hecho.
Por supuesto que cuesta cuando estás muy tirado, ponerte las playeras y salir a dar una vuelta o irte al gimnasio. Cuesta, sobre todo al principio, disciplinarte para apagar la tele, o el móvil, y marcharte a la cama más pronto. Es duro ponerte las pilas con esas actitudes y comportamientos tuyos que sabes que dejan mucho que desear. Y sin duda se hace cuesta arriba empezar reducir seriamente esas cosas que le gustan a tu paladar, pero no a tu cuerpo.
No te voy a decir que es fácil, porque no es verdad, vale?? Pero te propongo que lo mires no como un sacrificio, sino como un gran regalo que te haces a ti misma “Porque tú lo vales”
Cuidarte te aportará una energía vibrante, una mente despejada y un ánimo alegre y sereno.
Es, en definitiva, el mejor de los negocios.
Naturalmente, no te voy a pedir que apliques todo lo que te digo así, a la brava. En el próximo artículo te contaré los ingredientes de un plan realista que te ayude a transformar tu vida sin dejarte la piel en el intento.
Mientras tanto, te animo a que revises tus fundamentales!
Hasta pronto!!!