EL MÁGICO PODER DE LA RESPIRACIÓN
Tal vez no nos hayamos visto nunca, pero aun así me atrevería a suponer algunas cosas sobre ti.
Por ejemplo, que tu cabeza va a mil por hora y que llega un momento que no encuentras la manera de pararla.
Y que las historias que te cuenta muchas veces no te ayudan a ser feliz.
Todo lo contrario: te hablan de tus miedos y te muestran la cara más oscura de las cosas y de ti mism@, consiguiendo muchas veces robarte la tranquilidad y la alegría de vivir.
No es que tenga una bola de cristal. Sé estas cosas porque lo que te pasa a ti, le pasa a la mayoría de las personas, y es viejo como el mundo.
ESTO NO ES DE AHORA
Ya en los textos más antiguos de la tradición Budista y del Yoga se habla de “la mente de mono”, incapaz de posarse sosegadamente en la realidad que tiene ante sus ojos (y tras ellos!), y del gran nivel de desasosiego que esta agitación nos produce.
Nos cuentan que lo que más nos hace sufrir, mucho más que las cosas que nos ocurren, son esas películas de miedo que nos hacemos en nuestra cabeza y que consiguen convencernos de que son la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad.
Son muchas las enseñanzas, incluido el Mindfulness, que coinciden en que la única manera de escapar de esa maldición fantasma es tomar distancia de ella para aterrizar en la realidad de este instante.
Es por eso que desde tiempos muy remotos, los seres humanos hemos buscado formas de serenar y adiestrar a este mono borracho adicto al pensamiento en bucle.
Seguro que la imagen te resulta familiar: un mono frenético que deambula de un lado a otro agitando tu pensamiento con todo tipo de historias; algunas un poco más congruentes, otras totalmente descabelladas… pero todas ellas alejadas del instante en el que te encuentras.
Si, pero ¿cómo salir de este laberinto?, pensarás.
TU RESPIRACIÓN ES LA CLAVE
Uno de los métodos, tal vez el más popular por lo sencillo y accesible, es el trabajo con la respiración.
La respiración es el hilo conductor entre tu cuerpo, tu mente y tus emociones; entre materia y pensamiento; entre lo que se ve y lo que no se ve.
Aprender a posarte en ella te ayudará a ser tú quien decida dónde quieres poner tu atención y tu corazón.
Pero contrariamente a lo que mucha gente cree, para no dejarte arrastrar por tus pensamientos no es imprescindible dejar tu mente completamente en blanco. Ni el Mindfulness ni la meditación consisten necesariamente en eso.
Aprender a llevar las riendas de tu mente tienen mucho más que ver con convertirte en el espectador que contempla la película sin perderse en ella; con darte cuenta de que te has enredado en la trama, y traer con suavidad tu atención de vuelta al instante en el que estás.
La respiración siempre ocurre en el presente: “ESTA inspiración…”; “ ESTA expiración…”
Apoyarte en ella te sacará del torbellino de tus pensamientos y te ayudará a aterrizar en el único lugar donde tienes capacidad de acción: AHORA!!!
Además, es una herramienta que siempre podrás utilizar, sin importar dónde te encuentres ni la situación en la que estés:
¡A nadie va a sorprenderle que respires! 😉
EL PLAN QUE TE PROPONGO
La respiración es una herramienta que funciona tan bien para tanta gente, que te animo a que la pruebes de esta manera:
- Desconéctate del mundo y sus demandas durante 10 minutos.
Para ello diles a los de tu alrededor que vas a estar fuera de cobertura un rato, busca un lugar tranquilo y apaga el móvil. - Siéntate y observa cómo te sientes.
- Haz la pequeña práctica de regalo que te ofrezco.
- Vuelve luego a comprobar cómo estás.
Es más que probable que te encuentres con una mente más sosegada y un ánimo más luminoso … o que descubras lo terriblemente revoltoso que es tu monito borracho!!!
No te desesperes si tu mente se despista muchas veces; cada vez que te das cuenta y eliges volver es una pequeña victoria para ti; un pequeño gran paso que te ayudará a transformarte.
Es cuestión de determinación, paciencia y práctica.
Pero si se te hace muy cuesta arriba o prefieres tener compañía para no hacer este camino en solitario
¡DAME UN TOQUE!
“Conectar con tu respiración te ayudará a llevar las riendas de tu carro sin que tus caballos se desboquen, y sin dejarte la piel en el intento.”
Ana Barea
Crédito de la imagen: Darius Bashar en Pexels