No hay nada más natural.
Al menos en teoría.
La comunicación, que en su definición más básica es
“la transmisión de señales mediante un código común al emisor y al receptor”,
ocurre por todas partes.
Da igual que mires a los átomos, al bosque, o a una colonia de morsas que toma el sol en las rocas.
El flujo de información entre un elemento y su entorno es constante.
Y nosotros, los seres humanos, no somos una excepción.
O no deberíamos serlo.
Tenemos a nuestra disposición no uno, sino muchos códigos comunes, de una complejidad y riqueza alucinante, como la música o el habla, por ejemplo. Y contamos, supuestamente, con la inteligencia más refinada del planeta.
Todo esto, en principio, deberían facilitar mucho la tarea de conectar los unos con los otros.
Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre con las demás especies, ¡cuánto nos cuesta entendernos a veces!
La comunicación -o la falta de ella- puede ser uno de los escollos más importantes en tu vida.
Pero también la oportunidad de oro que transforma las relaciones en tu mayor fuente de felicidad.
La diferencia está en como transmites tus mensajes y recibes los de los otros.
Que los vínculos que estableces sean cielo o el infierno va a depender de como te comuniques.
Una razón de peso para dedicarle un poco de tu atención al tema.
EL CONFLICTO ES PARTE DE LA VIDA
Eso de que “tenemos que llevarnos bien” suena muy bonito, pero en el día a día a veces resulta misión imposible, verdad???
Da la sensación de que la gente es muy difícil (los otros, por supuesto, yo no!!!)
Estás con alguien, y para cuando pestañeas la segunda vez ya hay alguna pega.
Es cierto que hay personas más llevaderas que el resto, con las que todo parece fácil.
Otras relaciones, sin embargo, son como arenas movedizas; no puedes dar un paso sin jugártela.
Las interacciones con los demás nos dan muchos quebraderos de cabeza.
Pero es que todo lo que de verdad te importa en la vida ocurre en relación: la relación contigo y con los otros; la relación con las ideas y las cosas…
Y en cuanto hay dos partes implicadas, antes o después -pero al final, siempre- acaba surgiendo el conflicto.
Es inevitable.
No importa lo equilibrada que seas o cuanto te esfuerces. Siempre aparecerá alguien que haga sonar tus campanitas.
Pero, por mentira que te parezca, eso no está mal. Es solo la aportación de la vida a una “biodiversidad” que de otra forma no existiría, haciendo las relaciones insulsas y planas.
El conflicto es la forma que tenemos de ajustar nuestras demandas para que incluyan también las de los demás.
UNA RAZÓN COMPARTIDA
No te lo tomes como algo personal.
En realidad, la gente (tú, y todos), funcionamos exclusivamente movidos por nuestras necesidades.
Y por mentira que te pueda parecer a veces, esas necesidades, tan importantes para ti, no son muy diferentes de las de tus congéneres.
Necesitamos saber que tendremos lo necesario para vivir; que estaremos seguros.
Que pertenecemos a un clan (llámalo familia, cuadrilla, o empresa), que reconoce y valora nuestras capacidades.
Que hay alguien a quien le importamos de verdad…
Da igual la cultura o el momento histórico en el que vivas. Los monos vestidos siempre hemos querido, y seguimos buscando lo mismo.
Así que no es en el terreno de las necesidades donde surgen los conflictos, sino en las estrategias que adoptamos para satisfacerlas.
Esto, que así de primeras parece que no dice nada, es de vital importancia para empezar a entendernos y a llevarnos mejor.
Porque cuando te das cuenta de que los demás solo intentan encontrar lo mismo que tú, es más fácil que colaboremos para llegar a soluciones que nos satisfagan a ambos.
Dejas de ver al otro como una amenaza a tu bienestar para encontrarte frente a frente con tu espejo.
Otro ser humano que se afana por lo mismo que tú y a quien encima, a veces, quieres con locura.
Ver la humanidad que compartes con la persona que tienes frente a ti te saca de un mundo de luchas y enemigos y hace posible la cooperación.
Este es el punto de partida para una comunicación que, como decía Marshall Rosenberg, el genial creador de la Comunicación No Violenta, esté al servicio de la vida.
Una comunicación que nos ayude a vivir es lo que exploraremos en los próximos artículos que iré publicando, y en la
Nueva Mañana de Mindfulness del 17 de Diciembre

Desgranaremos los elementos fundamentales para una buena comunicación y veremos formas de mejorar nuestras relaciones.
Es fundamental para tu vida, pero también para el mundo.
No tenemos tiempo que perder!!!
Imagen Destacada: getty-images-Rgwt_1YFIbl-unsplash
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QUIERES HACER DEL MUNDO UN LUGAR MEJOR?? – COMUNICACIÓN NO VIOLENTA
Siempre me conmueve la comunicación humana, en especial cuando la empatía, el respeto y la ausencia de juicios y acusaciones la convierten en No Violenta…