Siempre me conmueve la comunicación humana, en especial cuando la empatía, el respeto y la ausencia de juicios y acusaciones la convierten en No Violenta.
Una interacción que acerca a las personas al mágico espacio de la vivencia compartida.
Me refiero a ese acto de conexión en el que dos seres se perciben y aprecian mutuamente , incluso, sin compartir siquiera las mismas ideas o el mismo idioma. Y a veces, aun estando directamente en desacuerdo.
Es un acto sutil que gracias a las neuronas espejo sucede cuando se ponen a un lado nuestras diferencias y conectamos con la humanidad que compartimos.
Cuando las personas están por encima de las ideologías y la necesidad compulsiva de demostrar que yo tengo razón y tú estás equivocado.
Un milagro que ocurre más allá (y también a pesar) del tiempo y de la cultura
Es un reconocimiento de otro ser
-“Hola, puedo verte, ¡estás ahí!”
-“Si, aquí estoy! Y también te veo a ti
Hasta que no te lo explican o inesperadamente lo sufres en tus propias carnes no te das cuenta de qué forma tan poco compasiva hemos aprendido a comunicarnos.
Tan acostumbrados estamos a juicios, faltas de respeto, exigencias y culpabilizaciones que ya no nos llaman la atención.
Por eso me enamoré de la Comunicación No Violenta desde el primer momento en que supe de ella.
CASI NO PODÍA CREERLO
Aquello era una forma de abordar la interacción y las relaciones, con sus inevitables conflictos y desavenencias, sin convertirlos en un drama ni en una lucha por tener razón.
Un medio para explorar cómo podíamos hacer para que cada una de las partes encontrásemos satisfacción desde el reconocimiento de mis necesidades, y el respeto por las tuyas.
Un juego en el que todos ganábamos…
Impresionante!!!
A ver si te lo cuento sin desparramarme en mi entusiasmo 😊
EMPECEMOS POR EL PRINCIPIO
La Comunicación No Violenta (CNV) fue desarrollada por el genial Marshall Rosenberg, un psicólogo estadounidense que dedicó su vida a favorecer el entendimiento en los conflictos inherentes a la relación humana.
Pero contrariamente a lo que pueda parecer Marshall no era un santo.
Había crecido en las sangrientas calles del Detroit de los años cuarenta donde la violencia y el racismo no solo golpeaban a la población negra, sino que se extendían a todo aquel que mostrara el más mínimo signo de debilidad.
Siendo como era de origen judío, le tocó soportar muchas palizas y vejaciones que no generaban en su interior buenos sentimientos precisamente.
Pero, por esos milagros inexplicables de la existencia, algo poderoso en su interior le hizo apostar por la bondad fundamental del ser humano entendiendo que
toda violencia, toda aspereza y toda negatividad son la trágica expresión de necesidades no satisfechas
(He oído pocas cosas tan compasivas y sanadoras como esta)
Y así pasó su vida recorriendo los conflictos más descarnados del planeta, armado con su guitarra y su determinación de rescatar aquello que acerca a las personas.
Por eso el método que creó no es un sistema edulcorado en el que intentamos pasar página diciendo que ya está y que volveremos a ser amigos dándonos un abrazo.
No es tolerancia ni sufrida resignación.
Es un enfoque radicalmente honesto y realista que reconoce y aborda el conflicto (y el dolor que éste genera) como parte inevitable de la existencia.
BIENVENID@ A LA REALIDAD: EL CONFLICTO ES INEVITABLE
El conflicto surge de los desajustes y fricciones que produce la interacción.
Como somos distintos unos de otros y vemos la vida de formas muy diferentes, una relación autentica implica tarde o temprano, conflicto.
Y la cuestión no es que no se produzca.
Muy por el contrario, se trata de reencuadrarlo y abordarlo de tal manera que nos lleve a niveles de armonía y entendimiento mayores que antes de que surgiera.
Una crisis bien llevada puede acercar enormemente a las personas, profundizar amistades y consolidar relaciones.
Es el principio universal de convertir la mierda en abono 😛
Pero esto solo es posible cuando existe el sincero deseo de busca la manera en la que la que todos sintamos que nuestras necesidades han sido atendidas y satisfechas
(¡Otra vez las necesidades!; como ves es un tema crucial)
LA CLAVE ESTÁ EN LAS NECESIDADES
Nuestro instinto de supervivencia nos impulsa a obtener aquello que creemos que es vital para nuestra preservación y desarrollo. Así que tratamos de satisfacer nuestras necesidades a cualquier precio, sean estas de la naturaleza que sean (fisiológicas, de seguridad, sociales, o de realización).
Cuando mi estrategia para intentar cubrir mis necesidades choca con la tuya nace lo que llamamos conflicto
Pero si soy capaz de darme cuenta de qué estoy necesitando, consigo expresarlo sin juicios ni acusaciones (que no es tarea chiquita precisamente) y siento que me has escuchado y entendido, es muy posible que te ofrezca el espacio para que tú hagas lo mismo.
DEJAR EL “TÚ “PARA HABLAR DE “YO”
Esto no significa entrar en un bucle egocéntrico en el que solo pienso en mí.
Es responsabilizarme de mis sentimientos y las actitudes que estos crean en lugar de pasar la pelota a tu campo echándote la culpa de ellos.
- Quito el “Tú” para dejar de atacarte.
(Si te ataco, de una u otra manera reaccionarás, y entonces ya se habrá liado)
- Expreso el “Yo”, para mostrarme y que me veas, pero sobre todo para tomar conciencia de mí mism@.
Yo soy la única responsable de como me siento, y de buscar la manera de obtener lo que necesito.
Es verdad que reaccionamos a factores externos en los que los demás están implicados.
Las cosas que ocurren me afectan, ¡sin duda!
Pero mientras no me haga responsable de mis sentimientos y de cómo lidio con lo que me escuece, seguiré perdiéndome en culpabilizaciones que no nos van a llevar a ningún lado
(no hay más que ver cómo va el mundo!)
De otra forma va a ser muy difícil que nos entendamos porque no podemos dar lo que no tenemos, y no voy a poder ofrecerte empatía si yo no siento que la tengo.
Así que mi primera tarea es ser empática conmigo misma, y en vez de enzarzarme en un “porque tú…” miro con curiosidad que está pasando dentro de mí.
Observo los hechos a los que estoy reaccionando describiéndolos de forma totalmente objetiva; como son, no como yo los interpreto (que es otro desafío de los gordos).
Veo mis sentimientos y extraigo la necesidad de la que hablan
Así podré luego pedir de forma clara aquello que me lleve a satisfacer esa necesidad.
Desde esa comprensión de mi, puedo abrirme a ti y a lo que tú necesitas.
¿Y sabes qué es lo que todos necesitamos?
LA ESCUCHA EMPÁTICA
Seguro que alguna vez te ha pasado:
te pones a contarle a alguien una preocupación que te trae por la calle de la amargura y ese alguien, con la mejor de las intenciones, eso sí!, se lanza a intentar “arreglarlo”.
Y te encuentras recibiendo todo tipo de “soluciones” y respuestas que ni has pedido ni te producen ninguna satisfacción. Encima te quedas con la desagradable sensación de que ni te han entendido ni has obtenido lo que necesitabas.
Aconsejar, minimizar, compadecer, educar, contar una historia parecida, interrogar, consolar…
Son respuestas que distan mucho de proporcionarle a nadie lo que más necesita: la sensación de que el que escucha se da perfecta cuenta de dónde estás, cómo es para ti el desafío al que te enfrentas.
Según Marshall la empatía consiste en vaciar nuestra mente y escuchar con todo nuestro ser.
Es dedicarle toda nuestra atención a la persona que tenemos delante.
Es lo que Ron Kurtz, el creador del Hakomi, llamaba “prestar atención no a la historia, sino a quien cuenta la historia”.
Esto desde luego no es fácil en ningún caso, pero se vuelve un gran desafío sobre todo cuando nos sentimos enfrentados a nuestro interlocutor.
Sin embargo, es la manera más viable de pedir y llegar a obtener de la otra persona aquello que necesitamos.
¿PETICIONES O EXIGENCIAS???
Que tú practiques la CNV y seas capaz de hacer todo esto que te cuento arriba no es sinónimo de que vas a ser escuchada. Pero sí expresa un genuino auto cuidado que es la base imprescindible para cultivar la relación más importante de tu vida: la relación contigo.
Y cuidar de ti implica pedir aquello que necesitas, aunque nuevamente no significa que la persona a la que se lo pidas te lo vaya a dar.
La cuestión es qué pasa si recibes un “no” por respuesta.
Ahí radica la gran diferencia entre formular una petición o una exigencia.
Sabrás reconocerlas porque la exigencia trae consigo represalias cuando no consigue lo que quiere.
Son las consecuencias negativas de no plegarse a los deseos del otro.
Es verdad que la presión produce en muchas ocasiones la ilusión de que funciona, pero solo crea resistencia y resentimiento.
Y sabes por qué?
Porque llevamos grabado a fuego en nuestro sistema el programa que preserva nuestra libertad de elegir.
Pagamos un alto precio por aquello que conseguimos mediante ruegos o amenazas y raramente dura mucho.
CUANDO OBTENGO UN “NO”
-“¿Y qué pasa si necesito algo pero no me das lo que te pido???”
– “Pues que estás en todo tu derecho de negarte y que es mi responsabilidad buscarlo allá donde pueda conseguirlo. Pero sin acusarte, sin venganzas; respetando por encima de todo mis necesidades, pero también tu libertad.
Cuando veo y atiendo mi necesidad puedo empezar a ver la tuya.
Podré ver que detrás de tu “NO” hacia mí, hay un “Sí” a tus propias necesidades.
Al entender esto seré capaz de ver dónde estás en lugar de centrarme en tu negativa.
Siendo consciente de lo que necesitas estoy en mejores condiciones de elegir si puedo y quiero atender esas necesidades.
Y si además busco de forma genuina establecer una alta calidad de conexión contigo, será más fácil que estés dispuesto a colaborar también en mi satisfacción.
Generamos así una ética de cuidado mutuo que a mí particularmente me conmueve.
Considero esta actitud muy sanadora no solo para nuestras relaciones, sino también para el mundo.
Cuando aprendo a escucharme, podré ver tus necesidades tan humanas, legítimas e importantes como las mías.
Podré ver que estás ahí y a la vez mostrarme sin miedo.
Podré hacer de este mundo y de mi relación contigo algo mucho más hermoso.
CNV PARA QUÉ?. PARA QUIEN????
Aunque todo esto suena muy claro y muy lógico, llevarlo a la práctica tiene su tela.
En uno de sus fantásticos libros “Comunicación No Violenta, un lenguaje de vida”, Marsahall Rosenberg nos da muchos detalles de cómo consiguió integrar y utilizar de forma eficaz estas ideas para ir dejando a su paso un mundo un poquito menos desquiciado.
Su profunda determinación rescató a muchas personas del odio y la incomprensión que tan frecuentemente surgen en los conflictos.
Sus ámbitos de acción fueron tan amplios como el dolor humano.
- Adolescentes problemáticos
- Dificultades laborales
- Comunidades enfrentadas,
- Historias del pasado que empañaban las relaciones
- Profesiones de ayuda
- Conflictos bélicos
- Convivencia entre padres e hijos
- La inminente muerte de seres queridos…
Y aunque no vayamos a necesitar como él, mediar entre bandas callejeras, siempre acabamos topándonos con un espacio en nuestra vida que precisa de una comunicación más compasiva y eficaz.
Esto se vuelve especialmente importante cuando
– Somos educadores o personal sanitario
-Tenemos conflictos abiertos en nuestras relaciones
-Trabajamos con personas en una situación de vulnerabilidad
-Queremos establecer un vínculo más auténtico con nuestr@s hij@s
-Necesitamos herramientas para abordar mejor las situaciones laborales
-O sencillamente queremos comunicarnos mejor y ser mejores seres humanos
Y LO MÁS IMPORTANTE: ¿CÓMO Y DONDE???
Por eso me lancé a explorar este campo leyéndome todo lo que pillé.
Y por eso, tras asistir a un curso con Pilar de la Torre, una de las grandes autoridades en el tema, decidí que no iba a parar hasta conseguir que alguien con conocimientos y experiencia viniera a Xendan a impartir un taller de CNV.
Y así llegué hasta Nerea Mendizabal
Recomendadísima por Pilar, Nerea está certificada en CNV, pero además es Psicopedagoga, Educadora Social y Educadora en Masaje Infantil, con una dilatada experiencia docente y una gran pasión por mejorar la comunicación en todos sus ámbitos.
Como ella misma dice en su web
” Estoy convencida de que, antes que la educación, es preciso trabajar los obstáculos que nos alejan los unos de los otros, para lograr y garantizar que haya una educación y un aprendizaje más significativos”
¡Y AHORA LAS BUENAS NOTICIAS!
Nerea impartirá un taller de iniciación a la Comunicación No Violenta el 23 de Febrero de 2019 en Xendan
Puedes ver todos los detalles en el siguiente enlace
CURSO DE INICIACIÓN A LA COMUNICACIÓN NO VIOLENTA -XENDAN 23-02-2019
Este encuentro es para mí un granito de arena en la mejora de las relaciones humanas en nuestro entorno, y por tanto en la construcción de un mundo mejor.
Granito a granito se forman las más hermosas playas…
¿Quieres sumar el tuyo????
Créditos de las imágenes:
Portada: rawpixel en pexels
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