Beneficios
Los beneficios de la Atención Plena están cada vez más reconocidos tanto en psicología como en las formaciones sobre habilidades empresariales y de liderazgo. Ahora entendemos que para dirigir cualquier proyecto, incluida la propia vida, es esencial que tomes distancia y valores los desafíos con justeza y perspectiva para que así puedas encontrar soluciones creativas a ellos.
A día de hoy contamos ya con estudios que avalan que con un poco de entrenamiento puedes obtener resultados espectaculares.
A través de la Atención Plena puedes:
- Vivir con serenidad y autocontrol.
- Descansar del pensamiento compulsivo.
- Vivir en el presente sin ser presa de la ansiedad o el estrés.
- Adaptarte mejor a cambios e imprevistos.
- Tomar perspectiva sobre los problemas facilitándote la toma de decisiones.
- Mejorar tu capacidad de aprendizaje y la de tus hijos.
- Activar tu creatividad.
- Comprenderte mejor a ti mismo/a y a los demás.
- Relacionarte mejor.
- Disfrutar más de la vida.
¿Qué es Mindfulness?
Mindfulness, la Atención Plena, es una denominación relativamente reciente para algo muy habitual en oriente desde tiempos inmemoriales: el cultivo de la Consciencia.
La forma tradicional de hacer esto ha sido principalmente a través de la Meditación formal.
Y ¿Qué es Meditar?
Meditar no es más que observar nuestra experiencia interna para ser conscientes de nosotros mismos, dándonos cuenta de lo que sucede dentro y fuera de nosotros pero sin involucrarnos en ello. Nuestras vivencias se suceden ininterrumpidamente, pero hay una presencia en nosotros que es capaz de darse cuenta de ellas: es la Conciencia.
Nuestra Conciencia podría compararse con el cielo azul inmutable, y los pensamientos, sensaciones y sentimientos con las nubes que están en ese cielo pero no son el cielo.
Las nubes van y vienen formándose y disolviéndose, los fenómenos ocurren y nosotros nos mantenemos muy quietos contemplándolos, sin opinar sobre ellos sin juzgarlos…
Actualmente, cuando este proceso se realiza sobre la marcha en nuestro día a día tendemos a llamarlo Mindfulness. Si ocurre de forma estructurada y suspendemos otras actividades, centrándonos por ejemplo en la respiración, solemos llamarlo Meditación.
Pero al final estamos hablando de lo mismo: de convertirnos en testigos de los fenómenos en lugar de implicarnos y dejarnos arrastrar por ellos…